Mar en calma de improviso
dislocando mi
confianza
se ha robado las
gavillas
y esa plaza encantadora
de rondas y jardines
donde ayer cantaba el
sol
El cielo se ha
estrellado
y sin estrellas en
los ojos
la ciudad se ha
retorcido
muecas de la muerte
se apagaron los
faroles
de la plaza que
cantaba
Barcos atrofiados
arriba de los árboles
se confunden con los
techos
y las rocas
desplazadas
como plumas sin
destino
arrancadas del
espanto
Grietas en la sangre
entrañas de la tierra
el torrente presuroso
no distingue los
olores
ni las formas
sometidas
Desgarrando la
sonrisa
de la plaza que cantaba
de improviso el mar
en calma
ha perdido mi confianza
(De: DOS ORILLAS Y UN SUEÑO, 2011)
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